
El gobernador de Puebla, Alejandro Armenta, afirmó que la construcción del Ecoparque Tlalli-Malinche y otros proyectos similares se llevará a cabo bajo principios de legalidad y transparencia, sin prácticas irregulares en el manejo de recursos públicos.
Por su parte, el titular de la Secretaría de Infraestructura, José Manuel Contreras, señaló que las hectáreas destinadas al ecoparque serán adquiridas a un “precio justo y sin abusos”.
El Ecoparque Tlalli-Malinche es un proyecto ecológico y recreativo impulsado por el gobierno estatal, que se construye en un terreno de 50.08 hectáreas en San Miguel Canoa, a las faldas del volcán La Malinche. Su objetivo es promover la conservación ambiental, el turismo sostenible y la práctica deportiva. Entre las instalaciones previstas se encuentran un estadio para 10,000 personas, un hotel de cinco pisos, una alberca olímpica, un lago artificial, tirolesas, restaurantes y un sistema de cablebús.
No obstante, el proyecto ha generado inquietud entre organizaciones ambientalistas y comunidades locales, debido a que se desarrolla dentro de un Área Natural Protegida (ANP). Las principales preocupaciones se centran en el posible impacto a la biodiversidad de la zona, por lo que han solicitado una evaluación rigurosa de los efectos ecológicos antes de continuar con las obras.