Seguro que a estas alturas ya se toparon con Temu, esa aplicación que nos bombardeó con anuncios de cosas baratísimas y que de repente está en todos lados. Prometen la luna y las estrellas a precios de ganga, y es obvio que a todos nos picó la curiosidad de comprar una bocina que suena a “más o menos” por cien pesos o un suéter que “tal vez” se encoja a la primera lavada. Pero esta semana, la cosa se puso fea para los de Temu, o más bien, para su empresa madre, PDD Holdings.


Resulta que PDD Holdings, los cerebritos detrás de Temu, acaban de presentar sus números del primer trimestre de este año, y ¡sopas! No salieron como esperaban. Los analistas, que son como los contadores de las grandes ligas, estaban esperando que la empresa ganara un dineral, pero la realidad fue otra. Sus ganancias se desplomaron en un 38% en la parte operativa y un 47% en el beneficio neto. Para que se den una idea, es como si tu negocio de tacos, en vez de ganar 100 pesos, de repente solo ganara 50, ¡un golpe duro!


¿Y por qué pasó esto? Pues la explicación es más simple de lo que parece: Temu está gastando como si no hubiera mañana. Para seguir creciendo y quitándole clientes a sus competidores, están invirtiendo muchísimo en publicidad y marketing. ¿Se acuerdan de todos esos anuncios que les salían en redes sociales y hasta en el Super Bowl? ¡Pues eso no es gratis! Sus costos de ventas y marketing se dispararon un 43% en solo tres meses. Es como si el taquero, para vender más, estuviera dando tacos gratis la mitad del día; al principio vende mucho, pero al final del día no le quedan ganancias.


Aunque los ingresos de PDD Holdings sí crecieron un 10%, que no está mal, la verdad es que antes crecían mucho más rápido. Y eso a los inversionistas no les gusta nada. Cuando una empresa que va como cohete empieza a ir más lento, la gente se asusta y las acciones (los “pedacitos” de la empresa que se venden en la bolsa) bajan de precio. Y eso fue justo lo que pasó: las acciones de PDD Holdings cayeron con ganas.


Así que, mientras nosotros disfrutamos de las ofertas de Temu, la empresa está en una carrera contra el tiempo para ver si toda esa inversión brutal les rinde frutos a largo plazo y logran ser rentables. Están gastando mucho para dominar el mercado, pero eso significa que, por ahora, sus ganancias están sufriendo. Es el clásico “lo barato sale caro”, pero en este caso, le salió caro a la empresa.