El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, afirmó que destinar el 2,1 % del PIB al gasto militar es suficiente para cumplir con las capacidades acordadas por la OTAN. En una carta dirigida al secretario general de la alianza, Mark Rutte, reiteró que España es un socio fiable y reafirmó su compromiso con los objetivos establecidos.

Esta postura responde a la presión de Estados Unidos, liderado por Donald Trump, que ha promovido elevar el gasto militar al 5 % del PIB. Sánchez calificó esta propuesta como irrazonable y potencialmente perjudicial para el estado del bienestar. En lugar de fijar una meta porcentual, España acordó presentar planes anuales sobre su gasto en defensa, que serán evaluados en 2029.

El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, señaló que no existen excepciones en las obligaciones de los miembros, pero reconoció que España cuenta con margen para definir su propia trayectoria presupuestaria. De esta manera, España mantiene un equilibrio entre cumplir con sus compromisos internacionales y preservar su modelo social.