Durante la madrugada del 23 de abril de 2025, el volcán Popocatépetl presentó un episodio de actividad moderada, enmarcado dentro de los parámetros normales establecidos por las autoridades científicas. Se registraron un total de 24 exhalaciones de baja intensidad, las cuales estuvieron acompañadas principalmente por emisiones de vapor de agua, gases volcánicos y, en menor medida, ceniza. Además, se documentaron 367 minutos de tremor —un tipo de vibración continua del subsuelo— de baja amplitud, de los cuales 41 minutos fueron de alta frecuencia y 326 minutos correspondieron a tremor armónico, lo que indica movimiento de magma en niveles intermedios del sistema volcánico.

Este episodio se desarrolló en el centro del país, en la zona donde se encuentra ubicado el Popocatépetl, uno de los volcanes más monitoreados de México. Sin embargo, debido a condiciones meteorológicas desfavorables en ese momento, no fue posible observar de manera directa el cráter, por lo que las mediciones se basaron en datos sísmicos y satelitales.

Ante la actividad registrada, el Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED) emitió una alerta sobre la posible dispersión de ceniza en dirección este y sureste, lo que podría afectar a diversas localidades de Puebla, Tlaxcala y Oaxaca, incluyendo zonas como Atlixco, Matamoros, Angelópolis, Mixteca, Tehuacán y áreas aledañas. Se recomienda a la población tomar precauciones ante una eventual caída ligera de ceniza, especialmente en personas con enfermedades respiratorias, así como proteger depósitos de agua y alimentos.

El Semáforo de Alerta Volcánica se mantuvo en Amarillo Fase 2, nivel que indica actividad intermedia con posibles explosiones menores a moderadas, ligera caída de ceniza en zonas cercanas y expulsión de fragmentos incandescentes en las laderas inmediatas del volcán. Esta fase también implica la necesidad de reforzar la vigilancia del coloso, restringir el acceso en un radio de 12 kilómetros alrededor del cráter y mantener informada a la población a través de los canales oficiales.

Toda esta información fue proporcionada por el Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED), en coordinación con expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quienes monitorean permanentemente el comportamiento del Popocatépetl a través de estaciones sísmicas, cámaras de alta definición y sensores especializados.