
La semana pasada, el Banco de México (Banxico), que es como el gran árbitro de nuestra economía, soltó una noticia importante que tal vez no todos entendieron: recortó la tasa de interés en 25 puntos base, dejándola en 7.75%. Para muchos, este dato puede sonar a puro tecnicismo, pero en realidad, es una decisión que nos toca el bolsillo a todos.
Imaginen que la tasa de interés es el precio del dinero. Cuando el dinero está “caro”, es porque la tasa es alta, y cuando está “barato”, la tasa es baja. Por mucho tiempo, Banxico mantuvo la tasa alta para combatir la inflación, que es ese fenómeno que hace que los precios suban y nuestro dinero valga menos. Era una medicina amarga pero necesaria para enfriar la economía y frenar el aumento de precios.
Pero ahora que la inflación ha mostrado señales de que por fin está bajando (se ubicó en 3.51% en julio, su nivel más bajo en años), Banxico sintió que era el momento de soltar un poco la presión. Al bajar la tasa de interés, lo que el banco central busca es “calentar” la economía.
¿Y cómo nos afecta eso en el día a día?
🔹 Para los que piden prestado: Esto es una buena noticia. Si estabas pensando en sacar un crédito hipotecario, comprar un coche a plazos, o pedir un préstamo personal, es probable que en los próximos meses te encuentres con tasas de interés más bajas. Esto hace que las mensualidades sean más accesibles y, por lo tanto, te anima a endeudarte para comprar cosas grandes. En teoría, esto reactiva el consumo.
🔹 Para los negocios: Los empresarios también se benefician. Si una empresa necesita un préstamo para invertir en maquinaria, expandir su negocio o contratar más personal, ahora puede hacerlo con un financiamiento más barato. Esto incentiva la inversión y, a la larga, puede generar más empleos y un crecimiento económico.
🔹 Para los ahorradores: Aquí es donde la cosa cambia. Si eres de los que tiene su dinero en instrumentos de inversión con tasas de interés fijas, como los Cetes, el recorte significa que tu dinero generará menos rendimientos. Es el costo de un crecimiento económico más dinámico: el ahorro rinde menos, pero el crédito es más accesible.
La decisión de Banxico es un acto de equilibrio muy delicado. Por un lado, quiere que la economía crezca; por el otro, no quiere que la inflación vuelva a dispararse. El recorte de esta semana es una señal de que el banco confía en que los precios están bajo control, pero en su comunicado, también dejó claro que seguirá vigilando todo de cerca. No esperen que las tasas sigan bajando de golpe, pues el riesgo de un rebote inflacionario siempre está presente.
En resumen, la tijera de Banxico busca ponernos a todos en movimiento. Los que necesitan dinero prestado tienen ahora un buen momento para hacerlo, mientras que los que ahorran deben estar atentos a las nuevas oportunidades que se presenten. Es un cambio sutil en las reglas del juego, pero que podría definir el ritmo de nuestra economía en los próximos meses