El Caribe mexicano enfrenta una invasión masiva de sargazo, con toneladas de esta macroalga cubriendo playas de destinos turísticos como Cancún, Tulum y Playa del Carmen. La proliferación sin precedentes deteriora el paisaje costero, genera malos olores al descomponerse y afecta tanto al turismo como al ecosistema marino.

Las autoridades federales y estatales han activado operativos de limpieza y monitoreo de la macroalga, respaldados por tecnología satelital para identificar las zonas más afectadas y coordinar la respuesta. Estos esfuerzos buscan minimizar el impacto económico y ambiental de este fenómeno natural.

Además de la limpieza, se exploran posibles usos del sargazo en biogás y tratamientos agrícolas, aunque su acumulación representa un desafío complejo y urgente. La situación exige acciones coordinadas y sostenibles para proteger tanto la economía turística como la salud del ecosistema marino.