Autoridades federales aseguraron una minirrefinería clandestina ubicada en Coatzacoalcos, Veracruz, donde se encontraron más de 500 mil litros de crudo, además de infraestructura para la elaboración ilegal de combustibles como diésel artesanal, nafta ligera y aceites tratados. La operación se realizó tras acciones de inteligencia y sobrevuelos, informó el secretario de Seguridad Pública, Omar García Harfuch.

La instalación operaba sin permisos y bajo la fachada de una planta de tratamiento de residuos industriales denominada Energía Ecorenovable S.A. de C.V.. De acuerdo con una revisión de imágenes satelitales, en 2019 se deforestó el terreno para su construcción, cerca de la carretera Coatzacoalcos–Villahermosa. La planta se edificó sin carteles de obra visibles y a escasos metros de una torre de alta tensión de la CFE, lo que representaba un riesgo ambiental y de seguridad.

Este hallazgo se enmarca en el reforzamiento de la estrategia del Gobierno de México contra el huachicol durante la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum. El crimen del robo de hidrocarburos —que causa fuertes pérdidas a Pemex— ha involucrado no solo a grupos criminales, sino también a empleados de la petrolera y a funcionarios públicos.

Además del cateo en Veracruz, García Harfuch informó que en una acción paralela en Nuevo León se aseguraron 1.2 millones de litros de hidrocarburo, así como camiones tipo pipa y contenedores. Aunque el volumen recuperado en Coatzacoalcos no representa un golpe significativo en términos operativos, evidencia la red de complicidad y la impunidad con la que estas operaciones ilegales han avanzado en distintas regiones del país.