
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) encontró cinco restos humanos que podrían tener hasta 800 años de antigüedad durante el trabajo de excavaciones para la conservación y remodelación del Zócalo de Izúcar de Matamoros.
De acuerdo con los informes del INAH, indicó que las dos osamentas estaban completas y corresponden al periodo Posclásico Temprano (900-1200 d.C.). Además, los otros tres restos presentaban un deterioro más significativo y se cree que eran adultos.
Por otro lado, cuatro entierros incluían ofrendas cerámicas: diez cajetes decorados con motivos en grecas, “S” y formas de gajos que simulan calabazas. Las piezas tenían colores rojo, café, negro y anaranjado, y algunos soportes zoomorfos representaban cabezas de aves o serpientes.
Los vestigios humanos prehispánicos fueron encontrados en fosas, en posición flexionada con las ofrendas colocadas de sus pies, además de hallar un fogón con ceniza y restos de carbón, lo que sugiere que estos entierros estaban vinculados a una unidad habitacional prehispánica.
En la parte norte de la plaza, junto al monumento a Mariano Matamoros, apareció un horno semicircular de un metro de diámetro, cuya función aún está en análisis. Este hallazgo indica que la zona arqueológica en el Zócalo podría ser más amplia de lo que se creía.
Según los investigadores, los restos pertenecen a una época anterior al dominio mexica (antes de 1400 d.C.). Se considera que estas comunidades fueron posiblemente migratorias y tenían influencias toltecas y chichimecas.