La aventura europea de Martín Anselmi no tuvo el desenlace que él esperaba. Tras dejar Cruz Azul, el técnico argentino asumió el desafío de dirigir al FC Porto en enero de 2025, con la intención de consolidarse en el fútbol del Viejo Continente. Sin embargo, su etapa al frente del club portugués fue muy irregular, marcada por decisiones tácticas cuestionadas y resultados que no cumplieron con las expectativas. La gota que colmó el vaso fue la decepcionante actuación en el Mundial de Clubes, donde Porto fue uno de los tres representantes de la UEFA que no logró avanzar más allá de la fase de grupos, lo que provocó que la directiva optara por finalizar su proyecto antes de lo previsto.

En el torneo internacional, el Porto de Anselmi empató frente a Palmeiras y Al-Ahly, y sufrió una derrota determinante ante el Inter Miami, resultados que lo dejaron fuera de la competencia en una fase temprana. A esto se sumó un rendimiento poco convincente en el ámbito local: el equipo terminó en la tercera posición de la liga portuguesa, lejos de pelear por el título, y fue eliminado prematuramente en la Europa League. Esta cadena de malos resultados generó una creciente presión externa, con hinchas inconformes que manifestaron su descontento de forma agresiva al regreso del equipo a territorio portugués, aumentando aún más la tensión en el entorno del club.

Aunque el contrato de Anselmi se extendía hasta 2027, la dirigencia del FC Porto decidió evaluar cuidadosamente el costo económico de una rescisión anticipada. Finalmente, tras analizar el impacto financiero y deportivo de la situación, optaron por prescindir de sus servicios. La eliminación en el Mundial de Clubes fue considerada un fracaso determinante que hizo insostenible su continuidad, cerrando así una etapa breve, pero turbulenta, del técnico argentino al frente del conjunto portugués.