Tras permanecer más de 25 años prófugo de la justicia estadounidense, Jaime René “N”, presunto integrante y operador financiero del Cártel de Sinaloa, fue recapturado en la ciudad fronteriza de El Paso, Texas. El hombre se había fugado de una prisión federal en 1997 y desde entonces operaba en México, vinculado a redes de narcotráfico y lavado de dinero.

La detención fue confirmada por el Centro Nacional contra el Terrorismo (NCTC), organismo que calificó el hecho como un golpe importante al crimen organizado transnacional. La recaptura fue resultado de un operativo conjunto entre agencias estadounidenses como el Servicio de Alguaciles (USMS), el Departamento de Estado, y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).

De acuerdo con el director del NCTC, Joe Kent, la acción se facilitó por la orden ejecutiva emitida durante la administración de Donald Trump, la cual designó a los cárteles mexicanos como Organizaciones Terroristas Extranjeras (OTEs). Bajo ese marco legal, se articuló una estrategia integral para enfrentar a estas estructuras criminales que, además del narcotráfico, tienen participación activa en el trasiego de fentanilo hacia Estados Unidos.

“Ningún culpable escapará de la justicia. Hoy, lo hemos devuelto a prisión para que cumpla su condena federal como corresponde”, declaró el director del USMS tras la operación. La recaptura de Jaime René “N” refuerza los esfuerzos binacionales contra las organizaciones criminales de mayor alcance y operación en el continente.