La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, reconoció públicamente la labor de la comunidad migrante mexicana en Estados Unidos, particularmente de quienes tienen doble nacionalidad, por su papel clave en frenar la imposición de un impuesto generalizado a las remesas. Durante el debate fiscal en el Senado estadounidense, las y los connacionales organizaron una campaña de presión enviando cartas y sosteniendo reuniones con legisladores estadounidenses para expresar su rechazo a esta medida. Gracias a esta movilización, se logró que la propuesta inicial de un impuesto del 3.5% sobre las remesas fuera modificada.

El acuerdo final contempla una reducción del gravamen al 1%, aplicable únicamente a las remesas enviadas en efectivo. Por otro lado, las transferencias electrónicas, que representan más del 90% del total de remesas enviadas desde Estados Unidos a México, quedarán exentas de este impuesto, manteniéndose en 0%. Esta distinción es significativa, ya que protege la mayoría del flujo de recursos que llega a millones de familias mexicanas, reconociendo el esfuerzo y la importancia del trabajo de los migrantes en el extranjero.

Como medida adicional de respaldo, la presidenta Sheinbaum anunció que este viernes se presentará un programa especial de apoyo a través de la “Tarjeta Paisano”, un instrumento que será operado por la Financiera del Bienestar (Finabien). Este programa permitirá reembolsar a los usuarios el 1% de impuesto aplicado a las remesas enviadas en efectivo, con el objetivo de proteger íntegramente los recursos que los mexicanos en el exterior envían a sus familias. Esta acción busca fortalecer la relación con la comunidad migrante, reconociendo su contribución al desarrollo del país y garantizando que sus remesas lleguen íntegras a sus destinatarios.