
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, descartó categóricamente que fuerzas militares estadounidenses ingresen al país, a pesar de una orden ejecutiva secreta firmada por el expresidente Donald Trump que autoriza al Pentágono a realizar operaciones contra cárteles de la droga designados como organizaciones terroristas.
En conferencia de prensa, Sheinbaum confirmó que su gobierno fue informado sobre dicha orden, aunque aclaró que esta no implica la presencia de tropas o instituciones militares extranjeras en territorio mexicano.
“Fuimos informados de que tenía esta orden ejecutiva y que no tenía que ver con la participación de ningún militar o de ninguna institución en nuestro territorio”, declaró la mandataria.
La presidenta subrayó que, ante cualquier intento por parte del gobierno estadounidense de desplegar personal armado en México, su respuesta ha sido tajante: no. No obstante, señaló que existe disposición para mantener una relación de cooperación en materia de seguridad, siempre bajo el principio del respeto a la soberanía nacional.
Sheinbaum también destacó que México tiene estrictos controles sobre la operación de agencias extranjeras en su territorio.
Este viernes, The New York Times reveló que Donald Trump firmó en secreto una orden ejecutiva que autoriza al Departamento de Defensa a usar la fuerza militar contra los cárteles mexicanos considerados organizaciones terroristas.
De acuerdo con el medio, la orden proporciona una base legal para que las Fuerzas Armadas estadounidenses lleven a cabo acciones militares unilaterales tanto en mar como en suelo extranjero. Fuentes anónimas citadas por el diario señalaron que el alto mando militar estadounidense ya estaría elaborando planes para ejecutar este mandato.
Cabe recordar que el pasado 19 de febrero, Trump clasificó oficialmente a varias organizaciones del narcotráfico como grupos terroristas, incluyendo al Cártel de Sinaloa, Cártel Jalisco Nueva Generación, Cártel del Noreste, Cártel del Golfo, la Nueva Familia Michoacana y los Cárteles Unidos.
Aunque la orden aún no se ha ejecutado, su existencia ha generado inquietud sobre posibles tensiones entre ambos países en el ámbito de seguridad.